Quiero dar las gracias a la Escuela María Moliner por haberme dado la oportunidad de participar y conocer toda la dinámica de trabajo que a través de sus diferentes módulos y actividades ha sido tan enriquecedora para mi y para todas mis compañeras. Así como para mi familia y todas las personas con las que contacto día a día, todos ellos/as se
han ido enriqueciendo ya que he compartido todas y cada una de las experiencias, capacidades y sentimientos que han ido fluyendo a raíz de todo el movimiento que se ha ido produciendo.
El primer curso fue como un castillo de luces y colores, se movió todo por dentro, salia tan emocionada de la clase por todo lo que iba sintiendo que cuando llegaba a casa hacia participe a toda la familia.
Aplicaba lo aprendido a todos los niveles, personal, laboral, social y empecé a entender muchas actitudes y a responder a ellas desde una perspectiva diferente.
Este curso al igual que el anterior está siendo muy enriquecedor, pero ya desde la transformación, desde lo aprendido y aplicado, desde la experiencia y resultados.
Todos y cada uno de los módulos nos llevan hacia la verdad, hacia el derecho, hacia la libertad a la que todos/as tenemos derecho y que tan poco hemos disfrutado por el simple hecho de no haber sido conscientes de la realidad o por la falta de empoderamiento par actuar.
Doy las gracias a la ESCUELA MARÍA MOLINER y sobre todo a Fina Ferriols que tantas veces me habló del trabajo que se hacía y de todo el beneficio que aportaba. También a todas/os los profesores que tanto han trabajado para dinamizar las clases y conseguir que semana a semana asistiéramos después de todo un día de trabajo fuera y dentro de casa.
Y me despido con la ilusión de reencontrarnos el próximo curso para seguir compartiendo nuestras experiencias.
Teresa Celedonio Rodrigo (alumna de segundo curso)
han ido enriqueciendo ya que he compartido todas y cada una de las experiencias, capacidades y sentimientos que han ido fluyendo a raíz de todo el movimiento que se ha ido produciendo.
El primer curso fue como un castillo de luces y colores, se movió todo por dentro, salia tan emocionada de la clase por todo lo que iba sintiendo que cuando llegaba a casa hacia participe a toda la familia.
Aplicaba lo aprendido a todos los niveles, personal, laboral, social y empecé a entender muchas actitudes y a responder a ellas desde una perspectiva diferente.
Este curso al igual que el anterior está siendo muy enriquecedor, pero ya desde la transformación, desde lo aprendido y aplicado, desde la experiencia y resultados.
Todos y cada uno de los módulos nos llevan hacia la verdad, hacia el derecho, hacia la libertad a la que todos/as tenemos derecho y que tan poco hemos disfrutado por el simple hecho de no haber sido conscientes de la realidad o por la falta de empoderamiento par actuar.
Doy las gracias a la ESCUELA MARÍA MOLINER y sobre todo a Fina Ferriols que tantas veces me habló del trabajo que se hacía y de todo el beneficio que aportaba. También a todas/os los profesores que tanto han trabajado para dinamizar las clases y conseguir que semana a semana asistiéramos después de todo un día de trabajo fuera y dentro de casa.
Y me despido con la ilusión de reencontrarnos el próximo curso para seguir compartiendo nuestras experiencias.
Teresa Celedonio Rodrigo (alumna de segundo curso)
No hay comentarios:
Publicar un comentario